FEBRERO: Año BISIESTO …. Año SINIESTRO

Resulta que estamos en un año bisiesto y el refrán ya se sabe que dice: año bisiesto… año siniestro.

¿Pero que es un año bisiesto? Es un desfase que se produce en el contar de los días del año que requiere que cada cuatro años se tenga que corregir el calendario añadiendo un día extra. Posteriormente, en el calendario actual instaurado por el papa Gregorio XIII a partir de 1582, este día extra se añadió al final del mes de febrero (29 de febrero). A modo de curiosidad, estos han sido algunos años bisiestos: 1970, 1976, 1980, 1984, 1988, 1992, 1996, 2000, 2004, 2008, 2012, 2016, 2020.

Este “desbalance” tiene un gran impacto en la naturaleza de tal manera que se refiere a que: Año bisiesto ni casa, ni viña, ni huerto, ni puerto. Pero lo que si es cierto es que en año bisiesto se hundió el Titanic, y asesinaron a grandes figuras de la historia como Martin Luther King (1968), Mahatma Gandhi (1948), Robert Kennedy (1968) o John Lennon (1980) pero también se dieron grandes avances como la penicilina o la locomotora a vapor que cambiaron el mundo.

¿Qué se puede esperar en economía? la peor noticia para la economía es un aumento en la tasa de desempleo porque esto refleja que las empresas NO están produciendo y por tanto están reduciendo sus plantillas laborales.

El desempleo implica menos ingresos para los trabajadores que pueden llegar a no poder pagar facturas como la renta, pagos de la hipoteca, los seguros y los servicios públicos y puede llegar a causar una acumulación de deuda que lleve hasta la bancarrota. El desempleo trae problemas financieros termina afectando al gasto discrecional, es decir, al gasto en todo aquello que no es básico por lo que afecta al crecimiento económico que depende sobre todo del gasto discrecional del consumidor.

Pero lo más importante es que el desempleo puede tener efectos negativos en el bienestar mental de los trabajadores y sus familias ya que estudios han demostrado que casi la mitad de los trabajadores desempleados han experimentado ansiedad o depresión que termina afectando al bienestar del núcleo familiar siendo los hijos los que más terminan sufriendo en esta situación.